lunes, 15 de septiembre de 2014

Jesús Carrasco: Intemperie. Por Javier Sánchez Villegas

Carrasco, Jesús: Intemperie. Seix Barral, Barcelona, 2013 (1ª edición). Colección Biblioteca Breve. 223 páginas. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.

Si con una palabra tuviera que calificar esta novela, seguramente la elegida sería "distinta". Sí, efectivamente. Intemperie es una novela distinta que, a partir de una prosa lineal, dura por momentos, extremadamente rica en matices, hace que recorran por tu cuerpo multitud de sensaciones diferentes. Los cinco sentidos se activan ya desde el comienzo de esta obra. Hay páginas que te invitan a "oler", a "tocar", a "oír"... la realidad que están viviendo los personajes. Páginas que, en el fondo, buscan una identificación total del lector con el relato, que te llevan de la mano hasta sumergirte en el océano de angustia en el que vive el protagonista, un niño que se ha escapado de casa y que, dispuesto a sufrir si es preciso todo lo que el camino le depare, decide no volver atrás.

Jesús Carrasco (Badajoz, 1972) no da tregua en la que es su ópera prima. Se centra tanto en los sentimientos, en la descripción de las situaciones, en las relaciones que el niño establece (fundamentalmente con el cabrero), que se le "olvida" contarnos quién es el niño, en dónde vive, en qué época, etc. Ciertamente, todo esto no es relevante para la solvencia de la narración.

Con un lenguaje preciso, amplio (lo siento, reconozco que no había oído en mi vida multitud de palabras propias del ámbito rural), las páginas se suceden sacándote de tu "zona de confort". Descripciones, ambientes inimaginables... todo cobra sentido al final de la lectura del libro. Hay pocos diálogos, quizá porque hay poco que decir. La acción es lenta, pasan muy pocas cosas. Al final, todo termina casi como se espera. Es lo lógico para una novela. No tanto para la realidad. Al final, todo encaja cuando se revelan los motivos. ¿El fin justifica los medios? ¿Algo realmente pernicioso puede ser contestado con algo también detestable? ¿Podemos prescindir de la moral en determinados contextos? Uf, demasiadas preguntas. Para variar, el debate está servido.

Para terminar, creo que es importante señalar que esta novela ha tenido una gran crítica. Sin embargo, crece el número de detractores. Así pues, lo que a mí me ha parecido extraordinario (aunque pasé por un momento de meseta), puede que a ti no te lo parezca. En cualquier caso, merece la pena leerla. Claramente es recomendable. ¿Tú qué opinas? Hasta la próxima.



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